Reina de los Profetas

19.03.2018

El principal sentido que la Sagrada Escritura da al nombre de Profeta, es el de persona enviada por Dios, la cual, por ilustración divina, conoce con la máxima certeza y por divina inspiración predice cosas o sucesos futuros, que no se pueden conocer por ningún medio humano. Solo Dios es el autor de las profecías.

María es llamada Reina de los Profetas por dos razones:

  • Porque Ella fue mostrada por Dios a los Profetas de la antigua Ley, y ellos la preanunciaron con palabras, figuras y símbolos.
  • Porque Ella misma, dotada del espíritu de profecía, llena de Gracia, nos advierte, interpela, avisa, protege, corrige, alienta, explica, predice,... como nunca un profeta había hecho.

El mismo San Juan Pablo II se pregunta: ¿Podrá la Madre, que desea la salvación de todos los hombres, con toda la fuerza de su amor que alimenta en el Espíritu Santo, podrá Ella quedarse callada acerca de aquello que mina las propias bases de esta salvación? No, no puede!

Por eso, el mensaje de Nuestra Señora de Fátima, tan maternal, se presenta al mismo tiempo tan fuerte y decidido. Hasta parece severo. Es como si hablase Juan Bautista en las márgenes del río Jordán. Exhorta a la penitencia. Advierte. Llama a la oración. Recomienda el Rosario.

Hay cientos de folios redactados por María que contienen sentimientos, vivencias, avisos, explicaciones bíblicas, correcciones,... en sus apariciones, especialmente en las últimas, avisando del futuro que nos espera si no nos convertimos.

Todas las profecías que hablan expresamente de Jesucristo hablan, implícitamente de la Virgen y Madre: pero son muchas las que tratan expresamente de Ella:

  • El primer profeta de María fue Dios mismo. Cuando se cometió el primer pecado, el pecado original, Dios promete un divino Reparador que ha de nacer de una mujer.
  • Los Padres, unánimemente, y a ellos hacen eco todos los expositores, ven expresada en la Mujer a María y en su Fruto, a su Único Hijo: Jesús.
  • En el Salmo 44, el Rey Profeta canta a la Virgen María que es Ella el objeto de las complacencias del Rey, la Virgen admirable. En este Salmo mesiánico está delineada la excelsa Madre del Redentor.
  • Isaías, el Profeta evangelista, vio, el singular privilegio de María de juntar a un tiempo la divina maternidad con la más pura virginidad: "la Virgen concebirá y dará a luz un Hijo, y su nombre será Emmanuel, esto es, Dios con nosotros".

La Iglesia invoca a María como Reina de los Profetas no sólo porque Ella fue objeto de sus profecías, sino porque posee este don, está llena de Espíritu Santo, en la forma más excelsa.

Como profeta, María nos avisa del tiempo que vivimos, un tiempo de dificultades, pero nos promete dos regalos: una conversión o aviso, que sentiremos en el corazón, y una señal en el Cielo en todos los santuarios Marianos (que por cierto, en El Cajas, aprobado por la Iglesia, habla de apariciones todavía no aprobadas):

  • "Algunos dudan de Mis Apariciones en Fátima, Chile, Yugoslavia, La Salette; estas fueron hechas por Dios Padre".
  • "Ha llegado el momento el que en la Iglesia Yo misma me manifestaré con señales cada vez mayores"
  • "Mis lágrimas son derramadas en muchos lugares para atraer a todos al Corazón dolorido de la Madre".
  • "De ahora en adelante mi presencia entre vosotros se hará más continua y más clara".
  • "Os imploro con señales cada vez más numerosas, cada vez más llamativas: mis lágrimas, mis apariciones, mis mensajes".
  • "En el presente se está haciendo visible la presencia del Señor y de vuestra Madre y es en el presente donde os tenéis que ubicar. Hoy llamo a mis hijos y hoy pido a mis hijos que acudan al llamado de la Madre. No os quiero alejados de Mí, os quiero unidos a Mí".
  • "Quiero proteger al universo todo, quiero evitar el derrumbe que puede producirse si no disminuye el ateísmo. En torno de mis hijos estoy con mi vigilancia de Madre".
  • "Es en realidad este tiempo, un precioso tiempo que no debe ser desperdiciado, sino aprovechado. El Redentor le está ofreciendo al mundo, la manera de afrontar a la Muerte, que es Satanás, le está ofreciendo como lo hizo desde la Cruz, a su Madre medianera de toda Gracia. Hijos míos, mi Corazón quiere que vuestra alma perdure por los siglos de los siglos".
  • "Es tiempo de segar el trigo. Con esto quiero decir que todo tiene su momento. Dichoso el que así lo entienda, porque en él pondrá su mano el Señor".
  • "Seréis sorprendidos por tempestades, mas no desmayéis, Yo estoy con vosotros".
  • "Hijos: Aparece la noche, más, llega el Día y todo lo aclara. Gloria a Dios. Sea esto meditado".
  • "Hijos el tiempo es corto y yo ya no tengo más avisos para el mundo, vais a encontrar el obstáculo más grande que la humanidad pueda tener, pero esa va a ser la prueba de vuestra fe. Yo estoy aquí y permaneceré con vosotros hasta el fin de los tiempos".
  • "Mi anuncio se termina".
  • "Muchos creen que su tiempo para arrepentirse vendrá después, pero yo, como vuestra Madre del Cielo, como vuestra Guardiana de la Fe, os aseguro que para muchas de mis pequeñas almas pecadoras será muy tarde".

1.- El aviso o conversión:

  • "Un gran prodigio se va a realizar en vuestro tiempo".
  • "Os haré probar también el frío doloroso del pecado que ha vuelto gélido y árido al mundo y el ardiente calor del Espíritu de Dios, que derramará por doquier las llamas de su amor para que todo se renueve y todo pueda así volver a florecer".
  • "Hace falta un gran milagro: es necesario arrancar con la fuerza de la oración este milagro a la Divina Misericordia".
  • "El Corazón de Jesús está a punto de derramar los torrentes de su Amor divino y misericordioso. Ha llegado para el mundo la hora de la gran misericordia. Descenderá como rocío sobre cada herida; abrirá los corazones más endurecidos; purificará las almas inmersas en el pecado; conducirá a los pecadores a la conversión y concederá a todos la gracia de una completa renovación".
  • "Ha llegado el tiempo del segundo Pentecostés. Cada hombre se verá a sí mismo en el ardiente fuego de la divina Verdad. Será como un juicio en pequeño".
  • "Será como un juicio en pequeño y cada uno se verá a sí mismo en la Luz de la verdad misma de Dios".


2.- El Gran Milagro:

  • "Mi Luz, quitará toda oscuridad y ayudará a mis hijos, a caminar el Camino que el Señor, ha establecido".
  • "Los días anteriores a estos fenómenos habrá señales en el cielo, en el sol, que no solo han estado aquí sino en otros lugares benditos por Mi Presencia".
  • "Una de las señales que nos indicarán que los tiempos están cerca, será cuando pase un cometa cerca de la tierra".
  • "Al final de todas las apariciones en el mundo, dejaré una gran señal en este lugar y en todos los que he estado".

3.- La Purificación (ver el punto Madre de la Purificación)