Madre de la Iglesia

29.04.2018

La Santa Iglesia todavía no incluía esta Invocación hasta su proclamación como "Madre de la Iglesia"; Se transcribe parte del discurso pronunciado por S. S. Pablo VI, el 21 de Noviembre de 1964, en la sesión de clausura de la tercera etapa conciliar, cuando fue proclamada María Santísima "Madre de la Iglesia":

  • "Así, pues, para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, proclamamos a María Santísima Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este título.
  • Se trata de un título, que no es nuevo para la piedad de los cristianos, antes bien, con este nombre de Madre, y con preferencia a cualquier otro, los fieles y la Iglesia entera acostumbran dirigirse a María. En verdad pertenece a la esencia genuina de la devoción a María, encontrando su justificación en la dignidad misma de la Madre del Verbo Encarnado.
  • La divina maternidad es el fundamento de su especial relación con Cristo y de su presencia en la economía de la salvación operada por Cristo, y también constituye el fundamento principal de las relaciones de María con la Iglesia, por ser Madre de Aquel que desde el primer instante de la encarnación en su seno virginal se constituyó en cabeza de su Cuerpo místico, que es la Iglesia.

María, pues, como Madre de Cristo, es Madre también de los fieles y de todos los pastores, es decir, de la Iglesia".

Eva es considerada la madre de los hombres, María lo es también en grado más perfecto. Ella fue madre del cuerpo físico de Jesús, y por ende también lo es del cuerpo místico de Jesús, a quien la Biblia lo identifica con la Iglesia, la cual somos todos los cristianos católicos. Jesús le da a su madre al apóstol Juan, quien nos representa a todos nosotros. María es por tanto Madre de la familia de Dios, la Iglesia.

Precisamente por ser la Madre de la Iglesia, no sorprende en todas sus apariciones con el respeto y el cariño que tiene a sus elegidos más queridos, los consagrados; tanto es así que en El Cajas a Patricia Talbot, a pesar de pedirle que difunda su mensaje, le pide sobre todo que obedezca a sus superiores, en concreto a su Obispo, pase lo que pase: éste último le pidió que estuviese en silencio diez años antes de empezar a difundir su mensaje, hecho que respetó Patricia tal y como María le había sugerido, conocedora de lo que lo el Obispo le iba a pedir.

"Morir antes que desobedecer al Obispo", estas fueron las órdenes de la Virgen dadas a Patricia. Nos pide María que nunca hablemos mal de un sacerdote, y si lo hacemos nos confesemos en seguida, que les acompañemos, su consagración merece todo respeto y atención.

María también pide autenticidad, no renunciar a la Iglesia verdadera de Cristo, a la Verdad, a la Eucaristía, donde Cristo está en Cuerpo y Alma:

  • "No es posible una verdadera unión de los cristianos si no es en la perfección de la Verdad. Y la Verdad se mantiene íntegra sólo en la Iglesia Católica, la cual debe conservarla, defenderla y anunciarla a todos sin miedo".
  • "El intento de reunir todas las religiones, incluso aquellas que adoran a seres falsos y falaces, con la perspectiva de una unión religiosa mundial para la defensa de los valores humanos, es vano, peligroso y no conforme al deseo de mi Corazón Inmaculado".
  • "Orad por la Santa Iglesia, hoy como nunca está padeciendo las más horribles persecuciones. Hijos míos, no desmaya mi Corazón, porque la Santa Iglesia llegará pronto a resplandecer como la más refulgente estrella".
  • "Mis lágrimas derramo, por los que enfrentan la Santa Iglesia de mi Hijo, por la ignorancia que en la mayoría de los casos, es causa principal de tal enfrentamiento".
  • "Mis queridos sacerdotes, comenzarán a sembrar, harán esa gran siembra que es la Palabra de Dios, Yo estaré junto a ellos regando esa siembra".
  • "¡Si supierais qué quiere decir ser Madre! Si vosotros lograrais entenderlo no temeríais ya nada: Es mi maternidad la que os salva".
  • "Hoy de mi Corazón Inmaculado parten rayos luminosos de amor y de gracias que derramo sobre mis hijos: sobre el Papa, sobre los Obispos, sobre los Sacerdotes, sobre los Religiosos, sobre todos los fieles".
  • "Estáis llamados a ser fieles solo Evangelio y a la Iglesia".
  • "Cuando venga el momento terrible encuentro con los sacerdotes portadores del error que se pondrán contra el Papa y mi Iglesia, arrastrando hacia la perdición a un inmenso número de mis pobres hijos, vosotros seréis mis sacerdotes fieles".
  • "Soy la Madre de la Iglesia. Hoy de mi corazón Inmaculado parten rayos luminosos de amor y de gracias que derramo sobre mis hijos: sobre el Papa, sobre los obispos, sobre los sacerdotes, sobre los religiosos, sobre todos los fieles".
  • "Yo misma he iniciado mi obra de socorro materno a través de los que responden a mi urgente invitación a combatir el pecado, a orar, a sufrir, a amar, a reparar."
  • "Soy la Reina de todas las naciones y la mía es una realeza de amor que quiere llevar los corazones de todos a la mayor unión de vida con Jesús de modo que el Padre sea glorificado por el triunfo de su Espíritu de Amor".
  • "Hoy me aclama la Iglesia y todo el Paraíso como Reina. Ciertamente mi Hijo Jesús me ha concedido esta corona de gloria".