Madre de la Divina Gracia

28.04.2018

"Llena de Gracia" en griego -idioma original escrito- es "Kejaritomene" (Κεχαριτομενη) es mucho más profundo de lo que pensamos. Significa "Plenitud de la gracia" y es el único lugar de la Escritura donde encontramos este vocablo, y más aún, "[...] en toda la literatura griega antigua aparece unas doce veces" (Ponce Cuéllar, Miguel; María p.100).

María es la plenitud de la gracia porque lleva dentro de sí a la plenitud de la gracia que es Jesús. ¿No es la mayor de las gracias el llevar a Jesús dentro?


Hay varios tipos de órdenes en la creación:

  • Orden natural (el agua, la tierra, las plantas, los animales).
  • Orden humano (hijos de Dios)
  • Ángeles
  • Orden de unión hipostática: Jesucristo, donde se une la naturaleza divina y humana.

Sólo María, de pleno derecho, y San José, por ser el padre adoptivo de Jesús, participan en este orden.

La Gracia nos permite ser hijos con derechos de cara a Dios, donde heredaremos legítimamente el Cielo; si no estamos en Gracia, perdemos ese derecho, podremos ir al Cielo, pero dependerá ya de la Misericordia de Dios.

La Gracia nos permite ser divinos, por encima de los Ángeles, dado que al estar el Gracia la Santísima Trinidad mora en nosotros.

María es la llena de Gracia, el Señor ES con Ella, está siempre en María y la Gracia le hace estar por encima de los Ángeles.

Esta letanía significa dos cosas: que es Madre de Cristo (la Gracia Suprema) y que es mediadora de todas las gracias. Cristo, manantial de la divina Gracia. María, Madre de Cristo, Madre de la divina Gracia. Por eso el Ángel Gabriel la llama "Llena de Gracia".

Dios ha dado a María una misión transcendental para la salvación de la humanidad. El texto de la "Anunciación" es el relato de una vocación, de una elección por parte de Dios para una misión de salvación a favor del pueblo. Las frases "Llena de gracia, el Señor es contigo" indican realmente la complacencia divina en María escogida para una tarea de liberación, y la asistencia necesaria para llevarla a cabo. La Gracia es la vida de Dios en nosotros, la gracia es el Amor de Cristo que se comparte. Llamamos a María Madre de la Divina Gracia, porque al ser Madre de Cristo está llena de este Amor de Dios y su mayor alegría consiste en participar a todos los hombres de esta plenitud de gracias con que Dios la ha colmado.

La Santidad de Jesús, cuánto aprovechó a Su Madre que con tanta atención recibía y conservaba en su corazón las palabras y los actos de su Divino Hijo. Él formó la Santidad de su Madre, tan próxima a la suya cuanto es posible en una pura criatura y la elevó a un grado altísimo, más alto, sin comparación, que el de todos los elegidos, de todos los santos.

Llena de Gracia, ninguna hay que Ella no pueda obtener. Cristo es el manantial de la Gracia y su Madre Santísima es como un depósito, un recipiente (que recibe), de dónde por su intercesión alcanzamos gracias y al Autor de la Gracia.

Cristo, es Manantial de la Divina Gracia. María, Madre de Cristo es la Madre de la Divina Gracia.

Es definitorio saber que nuestra Madre María confiesa ante Catalina Laboure en Rue de Bac (medalla de La Milagrosa) que de los tres anillos que tiene en cada dedo con piedras preciosas, emitiendo rayos, hay algunos que no lo hacen porque "estos rayos simbolizan las gracias que yo derramo sobre los que las piden. Las perlas que no emiten rayos son las gracias de las almas que no piden".

María nos exhorta a pedirle, a pedirle fuerzas, a pedirle constancia, a pedirle sabiduría, a pedirle caridad,... a pedirle Gracias que Ella como mediadora se las pedirá a su Hijo, fuente de Gracia.

  • "Hijos dejaos transformar por mi poderosa acción de Madre, Medianera de todas las Gracias y Corredentora".
  • "Sed vosotros mis sacerdotes mis manos que distribuyan copiosas gracias a todos. En estos momentos yo deseo distribuir mis gracias a través de vuestras manos sacerdotales."
  • "Derramad bálsamo sobre tantas heridas dolorosas. Llevad socorro".
  • "Quiero inflamarlos de entusiasmo, abrir sus almas de par en par para acoger muchas gracias."
  • Yo soy Madre y recompenso su venida aquí arriba con gracias extraordinarias y la más bella de todas es que hoy todos serán inflamados en un grande amor hacia Mí."
  • "Soy la Mujer vestida del Sol. Estoy en lo íntimo de la Trinidad Divina. Hasta que no sea reconocida allí donde me ha querido la Santísima Trinidad, Yo no podré ejercer plenamente mi poder en la obra maternal de corredención y de mediación universal de todas las gracias. Por eso, mientras la batalla entre Yo y mi Adversario entraba en su fase decisiva, él ha intentado por todos los medios oscurecer la misión de vuestra Madre Celestial."
  • "Hijos, dejaos transformar por mi poderosa acción de Madre, Medianera de todas las gracias y corredentora. No temáis, porque en el desierto de vuestro Corazón Yo he buscado mi Refugio y he puesto Mí habitual morada."
  • "Soy verdadera medianera de gracias entre vosotros y mi Hijo Jesús. mi misión es la de distribuir a mis pequeños hijos esa gracia que brota del seno del Padre, os la merece el Hijo y os la otorga el Espíritu Santo."
  • "Como Madre vuestra he sido el medio elegido por Jesús para que a través de Mí todos vosotros podáis llegar a Él.
  • "Yo soy el camino que os conduce a Jesús. Soy el camino más seguro, más breve, el camino necesario para cada uno de vosotros. Si rehusáis ir por este camino, corréis el peligro de perderos en el trayecto."
  • Entregaos a Mí con confianza y permaneceréis fieles, porque así podré realizar plenamente mi Obra de Medianera de gracias. Os llevare cada día por el camino de mi Hijo, de modo que Él pueda crecer en vosotros hasta su plenitud."
  • "Esta es mi gran Obra, que aun realizo en el silencio y en el desierto. Bajo mi poderosa acción de Medianera de gracias, sois transformados cada día más en Cristo, de modo que seréis aptos para cumplir la misión que os espera. Adelante, pues, con valor por el camino trazado por vuestra Madre Celestial."