Reina de los Apóstoles

18.03.2018

Apóstol significa enviado, mensajero. Se da este nombre:

1. Por excelencia, a aquellos hombres escogidos por Nuestro Señor Jesucristo, que vivieron con Él, que fueron educados y por Él enviados, después de haber recibido el Espíritu Santo, a predicar el Evangelio por todo el mundo.

2. Por participación, a todos aquellos que, a semejanza de los Apóstoles, predican el Evangelio, especialmente a aquellos que van a otros países para anunciar la Buena Nueva, esto es a los Misioneros.

3. Por analogía, a aquellos fieles cristianos que desarrollan algún trabajo apostólico en general o acción misionera en particular, con lo cual cooperan con la Jerarquía a extender el Reino de Jesucristo.

De todos ellos, María es Madre y Reina.

La superioridad de la Virgen sobre los Apóstoles se funda en tres razones:

1.- Ella tuvo una relación mucho más cercana e intensa con el Divino Redentor. Los Apóstoles fueron los amigos de Jesús. ¡Es el mismo Hijo de Dios quien se profesa amigo de unos pobres y rústicos pescadores! María en cambio fue la Madre de Jesús. No hay comparación entre las relaciones de la amistad y las relaciones de la maternidad.

Los Apóstoles fueron llamados a seguir a Jesús y vivieron con Él tres años, pero María, desde el instante de la Encarnación del Verbo hasta la Ascensión de Cristo, vivió en íntima unión con su Divino Hijo 30 años.

2.- Los Apóstoles fueron elegidos para predicar al mundo la divina palabra; María fue escogida para traer a la tierra la Palabra substancial, personal, el Verbo de Dios.

Ella tuvo mayor poder que los Apóstoles. A éstos les dijo el Divino Maestro: "vosotros que me habéis seguido estaréis sentados sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel" (Mt. 19:28). De María canta la Iglesia: "María penetró en las alturas de los cielos, alegraos, porque Ella reina con Cristo eternamente. Jesús comparte con los Apóstoles su poder judicial, con su Madre comparte el Reino.

Ella fue enriquecida con mayor abundancia de los carismas del apostolado en el día de Pentecostés.

3.- María mientras vivió, fue la Maestra y Consejera de los Apóstoles.

María, como Guardiana de la Fe y la Iglesia, la protege, la cuida, la enseña, la mima. Esta Iglesia es la continuación, la prolongación, de la personalidad de Cristo y de su cuerpo místico.

El Divino Maestro, en el momento de volver al Padre, de donde había salido, le dejó a Ella su escuela y su cátedra, no para que rigiese las ovejas de la grey, como Pedro, sino para que alimentase a los Apóstoles con aquella celestial Sabiduría de la cual estaba enriquecida.